viernes, 6 de julio de 2007

Café, librería, espacio, rincón, restaurant, hueco, lugar, bar, paraje, khatu, vinos y más en la Pérez Velasco

El aún café sin nombre espera


todos y a todas que


necesitan un espacio


propio para gritar




Una alternativa no sólo para tomar una café barato sino para escabullirse a un mundo donde se pueda conocer diversos modos de expresión que tiene la gente de El Alto y de La Paz, eso es el nuevo boliche, que entre copas, Vicky Ayllón, Rubén y Chicho decidieron armar para que en el centro de nuestra ciudad existan lugares donde se puedan realizar distintas actividades, tanto culturales como políticas.

El ex sabrosito —que actualmente no cuenta con un nombre, y se continúa eligiendo una designación adecuada entre los que se propusieron la noche de inauguración— volvió a abrir sus puertas la noche del miércoles 20 de junio, después de un mes de arduo trabajo de reestructuración del café que se encuentra en el pasaje de la cultura en la Pérez Velasco.
Varios grupos de música se encargaron de darle ese toquecito necesario para que la noche sea única. Desde cantar con música trova hasta reventarse con punk, la gente que estuvo presente pudo desfogarse como mejor le parecía. Los malabaristas, cuenta cuentistas y más no pudieron faltar en el inicio de “éste, nuestro lugar” como varios lo denominaron.
Los grupos que tocaron en la inauguración, y de seguro van a estar otras veces, fueron: Ellaladrástico, Qhana, Nativo, Dúo Yaa, Gato Diablo, Ukamau y ke, Tuberculosos, el Nico acompañado de Vadick., vocalista de Camaleón.

Aptaphi de bienvenida
Como ya estaba anunciado, lo anfitriones invitaron aptaphi a toda la gente que además de apreciar buena música aprovechó el momento para reencontrarse con amigos que hace tiempo no veían, mientras degustaban de unas papas con queso y el tradicional ají de maní. Y como era de esperarse muchos e quedaron sin darle una probadita la comida que Vicky preparó durante la tarde de ese día.

¿Y el nombre?
Este lugar se conoció cuando ahí funcionaba el Sabrosito que de un tranquilo snack en el día se convertía en la noche en una cueva de escritores, anarquistas, pintores y más gente de esa calaña, cuando doña Tere, mamá de Zergio Ustárez, le delegaba a él el cuidado del sabrosito.
Los actuales encargados consideraron que como comienza una nueva etapa en este lugar tiene que cambiar desde cero, por ello el día de la inauguración en la ventana que estaba un cartel que decía “sugiere el nombre”. Las propuestas del nombre eran tan distintas como eran las personas que fueron esa noche. Estos son algunos nombres: El rincón libertario, La taberna, Pa’ no olvidar, Babel, La Jacinta…, El boliche sin nombre, Estoy en el reloj, Localucho, El Chukuta, Peligrosos son los vidrios, El más mate con té, La ratonera, Ojo negro, Sucumbé, El rinconcito pico verde, Hombres tomando, El Pérez no se para, Malucos Bar y otros, quizá uno de estos sea el elegido, la noche del viernes que será el bautizó oficial.

¿Qué hay en el boliche?

Si bien no hay mucho espacio, en el café se encuentra muchas cosas. Desde la entrada se aprecian cuadros en las paredes y en el aparador que está frente a la ventana. Hay artesanías y cerámicas. Las mesas son muy peculiares, pues están pintadas y dibujadas por reconocidos artistas plásticos paceños. En la parte izquierda está posesionado un gran estante que sirve para albergar a libros de todo tipo, desde literatura boliviana hasta educación universal. A todo esto la gente puede acceder si se va a tomar un café o si se quiere un vino, para gustos hay de todo.


Algunos de los invitados

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